El pasado viernes 23 participé de mi primera charla interactiva + workshop con un viaje al centro de mi historia. Quienes dictaron este curso fueron nada más y nada menos que Floxie, de El mundo de Floxie, Dani Dini que hace #BocaCalle en el programa Brunch por Metro 95.1 y Aniko Villaba, una ex viajera, como ella se etiquetó.

#InnerTravel fue para mi una gran experiencia a nivel social, como muchos saben, y otros lo leeran en este post el porque.

La premisa de la charla era llevarte a tu viaje interior con una serie de ejercicios interactivos para así conocerte con otras personas, pero además poder descubir en donde estás parado y hacia donde querés ir, por plasmarlo en palabras simples.

Para ponerlos en contexto: desde que me separé, hace unos (cuantos) años atrás, no me nacen muchas ganas de sociabilizar por el hecho de que hay que "volver a empezar". ¿Existe el foja cero en el amor?. "Como te llamas", "de que signo sos", " a que te dedicas", y un sin fin de etcéteras que a veces se torna tedioso, al menos para mi.

Para que se queden tranquilos, o no, esto estoy trabajándolo en terapia y para ser sincero, me está costando el progreso.

Cuando leí de que se trataba esta charla + workshop pensé que era el puntapié para romper mis propias barreras, y no dudé en inscribirme. Pero como siempre, tarde, estaba agotado. ¿Acaso hay alguien en el más allá que me manda esta señal? 

Días mas tarde, Floxie sube un tweet donde se bajaron cuatro personas, entonces pensé: ¿es ahora o nunca?. Y fue.

El jueves previo llega el mail con las instrucciones donde una de las cosas que habia que tratar de respetar es ser puntual. Llegué a casa, me duché, saqué a Danilo a la plaza, y mientras tomaba mi café, abrí la app para pedir el auto.

Casi 60 minutos tardé en llegar, sin contar que el chofer pensó que era domingo.

"¡No puedo llegar tarde!" pensaba. El chofer que se hacía el gracioso, me llevó más o menos a pasear por todo Palermo. Pasé por un boliche, donde había influencers, youtubers y algunas de Las Leonas en la presentación de una marca de indumentaria deportiva, y mientras tanto la hora pasaba como en la película Click.

Ya tenía una tendencia negativa a pensar (raro en mi) que llego tarde, todos se van a dar vuelta a ver quien es y bla bla bla.

Mientras tanto, el chofer se cree Sergio Gonal. ¡Bingo! cantaron en la sala.

18:27, llegué a destino. Quien me recepcionó, la música ambiente y la buena vibra que había ya me cambiaron el humor. Te recibían con cafe, cosas ricas para comer, o Aperol para los que ya palpitaban el fin de semana. 

Mis expectativas iban creciendo porque iba a conocer a esas personas que sigo en redes sociales, medio friki, o no. Porque cabe aclarar que esto no es un simple meet & greet como vengo haciendo. Iba un poco más allá.

Empezó la charla, tengo en mis manos el cuadernito donde tenemos ejercicios para hacer. Si, spoilié y de un momento a otro, Floxie estaba por tres, algo loco, porque todos los que estábamos ahí ya sabíamos quien era la real Floxie, pero gracioso al mismo tiempo. Una gran forma de romper el hielo.

Se fue iniciando la charla y empecé a soltarme. Dani nos dió unos ejercicios de relajación que fueron liberando más esa tensión que tenía encima. Fuimos haciendo los ejercicios y relacionarme con quienes tenía al lado parecía fluír de manera natural. "¿Ves que no es tan difícil?" pensé.

Le mande a mi psico una foto donde había que hacer el unmasking, que careta nos queríamos sacar y que miedos teníamos para hacerlo. 

Para cerrar, el balance que hago es 100% positivo. Fui y le agradecí en persona a Floxie y Dani (Aniko no paraba de saludar gente) por esta experiencia que logró hacer que le tema mucho menos al hecho de conocer gente, que romper mis propias barreras es tan simple como empezar una charla con quien tenes sentado al lado, sea en donde sea con al menos un "¡Hola!" y que el hecho de tener que presentarme con lo que antes mencioné no es la muerte de nadie, y menos la mía.

Estoy agradecido por haber encontrado ese lugar que alguien dejó, como con quien tenía al lado mío que entró, como se dice en el fulbo por la ventana. Fue una de las mejores experiencias que pude haber vivido porque con tres historias que siempre tienen algo en común con uno, como parte de tu infancia u otros ejemplos, podes empatizar y sentirte parte de algo que, paradójicamente ya sos pero que no querés ser. Raro, pero real.

Por eso, a Floxie, Dani y Aniko: Gracias.